lunes, 7 de noviembre de 2022

Un texto del Dr. A.R. Cortazar sobre el concepto de Tradición

 AUGUTO R. CORTAZAR

Tradición

Nada de esto nos interesaría ahora, ni llegaría a integrar un estudio folklórico, si fuera fenómeno reciente, advenedizo, exótico, sin arraigo en las costumbres ni enraizamiento en la tradición. He aquí la palabra. La tradición es la esencia de lo folklórico. Ninguno de los procesos aludidos, ni aun todos juntos, bastan para transmutar un hecho o un bien cultural en folklore, sin este decantamiento despacioso y perdurable a través de los años, de los siglos, de los milenios acaso. El carnaval es un brillante ejemplo de la perennidad del folklore. Hemos recogido en las páginas iniciales de este libro algunas noticias y referencias que proyectan los orígenes del carnaval o de las fiestas equivalentes en espíritu, en práctica y en fecha, a los más remotos períodos de la historia, al nacimiento mismo de la civilización grecolatina que sustenta la nuestra y nutre nuestro espíritu. A mayor abundamiento y para disipar toda duda, hay constancias de que puede adscribírselo también a celebraciones indígenas como la chaya. Su corriente secular resulta así aumentada por la doble confluencia de caudales: el que viene, por España, desde la cima de la cultura occidental y el que aflora del seno de esta fecunda tierra americana.

La tradición no significa, sin embargo, sólo venerable vejez ni mera persistencia; muchas cosas hay que perduran sin llegar a integrarla; se requiere un juicio colectivo de valor, la fe en su eficacia, la creencia en su mérito, la deseabilidad de su vigencia. Y todas estas condiciones se cumplen en la fiesta por antonomasia, verdadero Anteo que se eclipsa y reaparece fortalecida; que desafía los ingenuos decretos que en todos los tiempos y países la proscribieron “para siempre”; que se transforma al conjuro de las circunstancias o por influjo del ambiente, pero conservando la esencia de su carácter, la modalidad de su espíritu. Acaso porque en sus contrastes y claroscuros, en su desahogo libérrimo, en su afán igualitario, en su ansia de goce, en la esperanza alentadora que suscita, trasunta el carnaval sombras y destellos del propio espíritu del hombre

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Caracteres de los fenómenos folklóricos

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